Según Araya, Domingo (2003) “Todo aquello que no estimula
nuestro deseo de vivir más y mejor, nos aburre y, por lo mismo lo
desentendemos”. En la actualidad
se hace más evidente el choque entre las prácticas educativas, llamadas
tradicionales, con la incursión de las Apps
y los nuevos accesos que poseen los estudiantes para poder obtener la
información. El 30 de julio de 2009, con la creación del Ministerio de las Tics
se hizo más evidente que Colombia se encontraba en el camino de la
incorporación de la tecnología en espacios educativos, sin embargo este camino
no ha sido sencillo, pues nos encontramos en un hito sociológico muy
interesante. Araya, Domingo, (2003) “Tendremos que aplicar una
metodología especial, adecuada con el espíritu de nuestra asignatura. Forma y
contenido deberán armonizarse completamente. El objetivo general de nuestra
enseñanza no será tanto la memorización de contenidos conceptuales” en este contexto, no se podría desarrollar
una investigación social con un enfoque positivista, o meramente hermenéutico,
es necesario llegar a una visión crítica del fenómeno social que en la
actualidad le hace una invitación a los docentes a reformular la pregunta por
el quehacer pedagógico y al mismo tiempo ser capaces de estar de la mano con
las nuevas propuestas del MEN que involucran los llamados DBA (Derechos Básicos
del Aprendizaje) los cuales desde el 2015 se han convertido en una guía
importante para poder edificar en los planteles un currículo alineado que le
permita al Estado conocer los avances y las dificultades de los entes
educativos en cualquiera de los ciclos del proceso escolar. Según Freire Paulo (1993), “Jamás acepté que la
práctica educativa debería limitarse sólo a la lectura de la palabra, a la
lectura del texto, sino que debería incluir la lectura del contexto, la lectura
del mundo.” Y es ese nuevo mundo
en donde se encuentran nuestros estudiantes, por ello con esta investigación
buscó indagar sobre cómo pueden acercarse los espacios virtuales de educación a
las nuevas exigencias del MEN, en su visión de proyectar a Colombia como la más
educada para el 2020